En este momento existen imágenes, videos que muestran a estos animales deteniendo el tráfico, bloqueando y bajando de sus automóviles a personas, a seres humanos como tú y yo, con sus hijos, con sus hermanos y hermanas. Qué pasa con esta ciudad que alguna vez fue el ejemplo al resto del país? Quién se confió? Quién permitió que estos cabrones vivan entre nosotros?
Las patrullas huyeron al ver las armas largas de los zuper-cabrones. Si ellos son los que están corriendo, qué se supone que tenemos que hacer nosotros?
Festejemos que la selección hace sandwich, festejemos que pasaron 100 años desde la revolución, festejemos que pasaron 200 años desde que un cura se puso a gritar como desquiciado; festejemos, y mientras tanto, los animales toman el control.
Festejemos las idioteces que dicen los políticos, quienes se sientan en sus laureles porque son intocables, porque los animales no los amedrentan, porque están más comprados que las chicas en la calle Madero. Y lo más impresionante es lo rapido que Medina se ha quedado mudo y sus promesas son opacadas por la jauría que sale a las calles y solo puedo pensar en lo muy idiota que se ha de sentir, en la cantidad de apodos que se merecerá en el futuro y que sus hijos conocerán la poca persona que es.
A quién le gritamos? A Calderón? Si le soltaran las manos, haría un mejor país, estoy convencido. Pero la perrada en la camara de diputados velan por sus intereses y nada más, la conveniencia del país MIS PELOTAS.
Creo que me gustan más los 100 años de revolución, porque estamos a muy poco de que nosotros nos armemos de valor y de plomo y empecemos a defendernos a nosotros mismos. Qué va a pasar cuando nosotros y no la policía y no el ejercito, acabemos con estos animales? Nos merecemos la carcel por defender lo nuestro, nuestro país? hemos llegado al punto en que la constitución es un rollo de papel de baño y las autoridades son los asistentes de los animales. Quién sería capaz de tomar una bala y matar a un animal?
Yo lo haría, y también defendería a cualquiera que lo haga.
